lunes, 4 de octubre de 2010

Una Historia de Vampiros_*.

Historias De Vampiros _*.

Se podría aducir que los vampiros forman parte del paisaje interior del propio ser humano. Son,sin duda, un arquetipo universal, íntimamente ligado al inconsciente colectivo.
Aparecen bajo formas muy distintas pero casi siempre con una serie de esclofriantes rasgos comunes, en todas las tradiciones culturales de Oriente y Occidente.
No son fantasmas ni ectoplasmas vengativos, sino auténticas alimañas de la noche comparables a murciélagos,ratas,lobos...

Se alimentan de la sangre de los vivos y generalmente su mordedura contagia a la víctima con el mismo síndrome vampírico. Aunque hay una variedad realmente interminable de vampiros, con diferencias peculiares según la región de origen, lo cierto es que casi siempre pertenecen todos al orbe de lo diabólico y demoníaco en sentido estricto. Es decir, a pesar de ser revinientes y no muertos, no se trata de espectros o zombies, sino de criaturas asociadas a la demonología tradicional. Almas perdidas y entregadas a Satán e incluso diablos de orden menor.
En este sentido el vampiro folclórico, que extiende su dominio desde la Antigüa Grecia y el Oriente hasta afincarse en centroeuropa, crisol de culturas que alumbra el Nosferatu, verdadero origen del vampiro moderno, no es sino un pariente próximo a los ogros, djinns, ghoules, devas y lamias de la Antigüedad y las tradiciones más arcanas.


Su aspecto físico es generalmente repulsivo y tiene mucho en común con el de diablos, brujas y demonios de orden inferior: labios gruesos, dientes agudos, cráneo calvo y afilado, aliento hediondo...
Una imagen tradicional que el cine sólo ha recogido a través de Nosferatu de Murnau y sus posteriores revisiones. Una imagen que tiene poco que ver con la del vampiro moderno, que a partir de Drácula de Bram Stoker se ha convertido en un icono cultural de importancia más que evidente.


Pero ¿cómo se transformó esta criatura repulsiva y maligna en el elegante ser del mal y la perversidad que fascina y fascinó a lectores de todas las edades y sexos?
El vampiro que nosotros conocemos no es esta criatura perteneciente al bestiaro fantástico. Cuando hablamos de vampiros la imagen que nos viene a la cabeza es muy clara: un hombre alto, elegante, guapo, sofisticado y perverso. Sus atributos no son ya los del viejo Nosferatu sino los opuestos. Naturalmente para mantener su capacidad aterrorizante y diabólica, puede transformarse en algo horrendo cuando quiere
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Dedicado a Neres Y Bea OsQ

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